Pues aquí estoy, dando al play una y otra vez a la misma
canción. Ésta que he puesto aquí abajo. Same mistakes. Me siento muy
identificada con esa canción, esa letra y ese título. Siempre es lo mismo,
siempre la misma jodida cagada y mierda de siempre. Siempre estar ahí y no
salir y estar y volver a estar. Dar el callo, estar al pie del cañón, no
rendirse, no darse por vencido, no dejar que el pesimismo te lleve. Pero luego,
cuando te vienen mal dadas… Cuando eso ocurre, el mundo entero se da la vuelta,
todo desaparece y estás tú con tus problemas. Y mi problema es que no estás. O
sí que estás. No lo sé. Te fuiste, pero no has cerrado la puerta. Dijiste
adiós, pero aquí estás llamando a ver si te abro, si te contesto, si te sigo la
corriente. Y tengo frío. Me da frío todo. Me pierdo en mí misma, en lo que
quiero, en lo que creo. M evoy perdiendo poco a poco en la oscuridad de los
días, en los momentos de no saber ni quién cojones soy, ni dónde voy ni qué
quiero hacer con mi vida. Porque ahora mismo me da igual. Todo da igual,
absolutamente todo. O no. Debería. Está siendo una semana bastante extraña
porque… porque yo me centro en mis mierdas y veo que mis problemas son muy
gordos y luego… te pones a hablar con alguien y dices… hostia. Y yo me quejo…
Pero tengo salud. Que parece que no, pero eso es increíble… Parece que todo a
mi alrededor se vuelve negro cuando yo no miro. Todo se oscurece y vienen una
tras otra. Y lo gracioso es que me sigo quejando. Y siempre me quejaré y no
tengo motivo. Me ahogo en mí. No sé ni qué decir… Porque ya está todo dicho,
porque todo lo que tengo que decir no lo puedo decir. No puedo decir cuán rota
estoy por dentro… Ni por qué estoy rota
por dentro… Sólo quiero que esto pase, que esto se acabe, quiero tener ilusión,
ganas, motivación, vida. Quiero poder sonreír de verdad, volver a mis locuras y
a mis idas de pinza sin pensar, volver a sentir. Quiero volver a sentir porque
no siento nada. No siento ni padezco. NI ira, ni odio, ni amor, ni amistad.
Nada. No puedo sentir. No echo de menos porque no sé. No puedo decir te quiero
porque no me sale. A nadie, sin excepción. No puedo decir que tengo ganas de
ver a alguien, porque no sería verdad. Porque no siento. Pero tampoco puedo
decir que estoy bien sola, ni que estoy bien así, porque mentiría igualmente.
No sé qué se ha roto aquí dentro, pero… se ha roto bien. Añicos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario