domingo, 29 de enero de 2012


Te encuentras navegando a la deriva de tus sentimientos, buscando qué hacer, qué encontrar, qué mirar… Buscas en la brújula cuál es tu siguiente paso y te das cuenta de que has estado dando vueltas todo el tiempo y estás en el punto inicial, en el principio…Y sientes que nada ha valido la pena, nada de lo que has hecho tiene sentido y sólo tienes la sensación de que has perdido el tiempo. No sabes muy bien cómo encajar el golpe ni cómo curar tus heridas… Sangras por dentro y sabes que sólo el tiempo y el estar solo pueden curarte. Sólo tú  puedes volver a curar el corazón malherido una vez más aunque cada vez cuesta más porque nunca acaba de sanar, nunca se cierra del todo esa herida sangrante. Y, sin embargo, estás ahí…En medio de ningún sitio dudando si continuar. Cualquiera se hubiera dado por vencido, pero no, tú no, mantienes la duda. No sabes si recurrir a esa fortaleza interior que a veces te caracteriza o volverte el muchachillo huidizo e introvertido y aceptar el golpe como buenamente puedas…Por momentos quieres volar, desaparecer y encontrarte por ahí en algún lugar lejano  y olvidar…pero al instante deshechas esta idea. No. Tú no has nacido para desaparecer. Tu misión es sacar sonrisas, conseguir hacer optimistas a los demás e intentar alcanzar un lugar un poco más alegre.

1 comentario:

  1. Hola, gracias por pasarte por mi blog :D
    te sigo me gusta el tuyo ^^
    un saludo *-*

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