Te pienso a mi lado a cada instante. Te recuerdo enredado en mí, con tus brazos rodeando mi cuerpo y los míos surcando el tuyo. Te siento cerca, como si estuvieras detrás de mí, como si me fuera a dar la vuelta y aparecieras con una radiante sonrisa pintada en tus ojos para darme un suave beso. Pero parece que el verano siempre me regala cosas que el invierno reclama y me las quita. Parece que el sol es quien me trae buenas nuevas y las nubes buscan esa pequeña felicidad que guardaba para cargarse de furia y descargar sobre mí los recuerdos de ese tiempo mejor. El sol siempre baña mi cara y me hace sonreír. Las nubes me miran amenazadoramente y por más que lo intento no puedo luchar contra ellas. Voy a corazón abierto, a luchar, a dar todo de mí por conseguir arrebatarles ese pequeño rayito que logro ver siempre en medio de la tormenta… Pero cada vez las fuerzas van flaqueando más. No estoy acostumbrada a luchar tanto y aun así estoy logrando valientemente llegar allí donde mi imaginación no alcanzaba a llegar. Pero estoy decayendo poco a poco. Necesito unas palabras de aliento, necesito ver que realmente estoy luchando por un algo que está ahí latiendo y que me espera impaciente a que venza los demonios que vienen tras de mí y tratan de alcanzarme. Sé que estás ahí. Lo que no sé es dónde ni hasta qué punto estarás ahí por mí. Lo único que tengo claro es que añoro tus sonrisas y tus palabras dichas con el alma. Echo de menos las sonrisas bobaliconas que me sacabas y el tono rojizo que tomaba la piel de mi cara cuando me susurrabas todas esas palabras viejas y desgastadas, pero preciosas al salir de tus labios. Echo de menos la soledad contigo y las horas robadas a la noche para perdernos por algún lugar. Echo de menos tus te quiero…
sábado, 22 de octubre de 2011
Miss you again...
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